martes, 19 de marzo de 2013

Tu día

Cuando nací, un ramo de flores llegó al hospital de la mano de un hombre. Ese hombre, que todas las noches se levantaba cuando éramos unos críos para darnos el biberón y que volviéramos a dormir,  nos quedábamos dormidos en el sofá por las noches y nos llevaba en brazos a la cama con mucho cuidado para que no nos despertáramos. Que se quedaba hasta las 5 de la mañana preparando la noche de reyes, envolviendo todos los regalos junto a mi madre porque lo queríamos todo envuelto y a la mañana siguiente nos despertaba con una cámara de vídeo grabando cómo abríamos los regalos. Nos preparaba el desayuno cada mañana cuando íbamos al colegio y nos intentaba peinar y siempre acababa con una coleta llena de bollos. 
Empieza la adolescencia, y  observa como cambiamos los lápices de colores por el lápiz de ojo,  las noches de cine en casa por quedadas con nuestras amigas, de mandarlo a comprar chuches  a comprar cereales integrales.

Cada vez que tenemos que ir a un sitio que precise un coche, él siempre está dispuesto a llevarnos.
Nos da todos nuestros caprichos, aunque al final se arrepienta de comprarlo, como por ejemplo, una guitarra eléctrica que acabó en el trastero a los dos días y siempre te lo recuerde.
Le gritamos cuando no tenemos lo que queremos, el rencor y el orgullo hacen que no vayamos a pedirles perdón, que estemos enfadadas  y esperemos que sea él quien dé el primer paso. Pero es en esos momentos, cuando hace todo lo posible por estar bien con su hija que recuerdo todo ésto, lo que le hemos hecho sufrir. 
No obstante, no hay mayor felicidad para una hija que el orgullo de su padre. Mi padre, el hombre que más me va a querer en toda mi vida.
La tua ragazza. La tua scrittrice.

1 comentario:

  1. Gracias Marta, pedazo de regalo. Que buenos momentos me has hecho recordar. Dicen que la tarea de padre es muy complicada de realizar. Todos intentamos hacerla lo mejor posible y todos nos equivocamos a menudo. Pero hoy al leer esta entrada, dedicada no solo a mi, sino a todos los padres. Me has demostrado que en algo no he errado. Eres todo un orgullo para tu padre. Sí ese, el hombre que más te va a querer en toda tu vida.

    ResponderEliminar