jueves, 28 de marzo de 2013

Maldita distancia

Ahora mismo me encuentro haciendo uno de mis hobbies favoritos...estoy sentada de noche en la playa, mientras comienza la primavera aunque parece que aún le queda mucho por manifestarse, pues el frío inunda mi piel, se introduce en mis huesos, mientras las lágrimas recorren mis mejillas sonrosadas.
La marea está vacía, huele muchísimo a mar, o eso supongo ya que este llanto es la causa que me impide oler otra cosa que no sea su perfume.
Pienso y me siento como Pablo Neruda, puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Como el fallo que todo ser humano comete, cuando se está triste, en vez de reunir todos los pensamientos que me hagan seguir adelante, recuerdo los momentos que he vivido junto a él, en cualquier lugar... situaciones en los que mi felicidad rebosaba.
Pero ahora nada de esto podré volver a revivirlo en demasiado tiempo, ya no está. Se fue. Se encuentra a muchos kilómetros de mí. Maldita distancia. 
<<Te amo pequeña.>>
¿Podrá esa declaración soportar el peso de todo lo que nos separa? ¿Me olvidará?
Solo quiero su felicidad, y sé que él no es feliz sin mí, pero pasan los años y hay responsabilidades que el amor no puede comprar. 
Pero no dudo que aquí, haciéndome un hueco entre millones de granitos de arena voy a estar, recordándole, pensándole, amándole, hasta que, mis lágrimas por su ausencia se hagan un camino hasta unirse con el mar y que alguien pueda distinguirlas, que las estrellas que ahora mismo estoy observando se conviertan todas en haces de luz...o simplemente, esperaré aquí, en mi playa, hasta que sus manos toquen mi espalda, me abracen y  aquellos ojos verdes infinitos que me enamoraron vuelvan a conquistar mi alma con su simple mirada.

La tua ragazza. La tua scrittrice.

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