En otro lugar…
Todo lo que
se puede contemplar es brillo y luz. Algún que otro charco hay por los
adoquines debido a las traviesas lluvias veraniegas, que actúan como espejos
luminosos.
Está sentada
en el capó del mini cooper beige esperando a que baje mientras hojea una
revista de moda, aunque realmente no le presta atención, pues piensa en cómo
van a decorar ahora la casa que tiene un nuevo inquilino. No está segura de que
haya sido la mejor opción, y reflexiona sobre cómo pasarán los días ahora que
vive con él. Una sonrisa pícara se le dibuja en el rostro.
De repente
mira hacia la ventana del pequeño edificio que está al lado del coche, y un
zapato impacta en la acera a pocos centímetros de ella. Seguidamente una bolsa
abierta de ropa cae de nuevo haciendo que Lia se aparte a toda prisa. Vuelva a
mirar hacia arriba y ve a Anna asomada.
-¿¡Y esa
quién es!?-Grita histérica.
-Eh sin
faltar, que solo soy…-Se queda paralizada cuando ve que estaba a punto de
tirar un ordenador portátil.
-¡Corre! Que
está loca.-Nacho sale a toda prisa de la oscuridad del portal con las manos
llenas de libros, camisetas, zapatos…
Su amiga
recoge la bolsa que estaba en el suelo y la mete en el coche sacando al mismo
tiempo las llaves para arrancar y que les dejen de llover más prendas de ropa.
Unos metros más
adelante, ambos pueden observar la vespa del chico en el suelo con los espejos
rotos y el sillín arañado.
-No creo que
haya sido un ladrón.-Lia sonríe para calmar un poco el ambiente.
-No es una
mujer, es una víbora. ¿Cómo se puede tomar tan mal unos simples cuernos?
-Bueno… no le
suele agradar que su novio se acueste en su cama con su hermana.-Ella lo mira
de reojo para ver si se ha percatado del acento que le ha puesto a cada “su”.
-Igual me he
pasado un poco, aunque esta relación tampoco iba a ninguna parte.
-Pero, ¿no
te das cuenta que posiblemente hayas destruido no solo tu relación, que es
obvio, sino la de dos hermanas?
-Su hermana
me sedujo.
-Deja de
excusarte. O mejor aún, cállate ya. Me he jugado la vida por ti, ¿ y si me
llega a caer el portátil o la bolsa en la cabeza?
-Te habrías
desmayado y yo te despertaría con un beso apasionado de amor.
Se miran y
comienzan a reír mientras ella sigue conduciendo hacia su casa, que será el
nuevo hogar de dos buenos amigos que pretenden que su amistad dure para siempre,
pero no es seguro que eso vaya a ser posible, aunque ellos no lo saben.
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