lunes, 1 de abril de 2013

Página 7 Capítulo 1


En otro lugar…
Todo lo que se puede contemplar es brillo y luz. Algún que otro charco hay por los adoquines debido a las traviesas lluvias veraniegas, que actúan como espejos luminosos.
Está sentada en el capó del mini cooper beige esperando a que baje mientras hojea una revista de moda, aunque realmente no le presta atención, pues piensa en cómo van a decorar ahora la casa que tiene un nuevo inquilino. No está segura de que haya sido la mejor opción, y reflexiona sobre cómo pasarán los días ahora que vive con él. Una sonrisa pícara se le dibuja en el rostro.
De repente mira hacia la ventana del pequeño edificio que está al lado del coche, y un zapato impacta en la acera a pocos centímetros de ella. Seguidamente una bolsa abierta de ropa cae de nuevo haciendo que Lia se aparte a toda prisa. Vuelva a mirar hacia arriba y ve a Anna asomada.
-¿¡Y esa quién es!?-Grita histérica.
-Eh sin faltar, que solo soy…-Se queda paralizada cuando ve que estaba a punto de tirar un ordenador portátil.
-¡Corre! Que está loca.-Nacho sale a toda prisa de la oscuridad del portal con las manos llenas de libros, camisetas, zapatos…
Su amiga recoge la bolsa que estaba en el suelo y la mete en el coche sacando al mismo tiempo las llaves para arrancar y que les dejen de llover más prendas de ropa.
Unos metros más adelante, ambos pueden observar la vespa del chico en el suelo con los espejos rotos y el sillín arañado.
-No creo que haya sido un ladrón.-Lia sonríe para calmar un poco el ambiente.
-No es una mujer, es una víbora. ¿Cómo se puede tomar tan mal unos simples cuernos?
-Bueno… no le suele agradar que su novio se acueste en su cama con su hermana.-Ella lo mira de reojo para ver si se ha percatado del acento que le ha puesto a cada “su”.
-Igual me he pasado un poco, aunque esta relación tampoco iba a ninguna parte.
-Pero, ¿no te das cuenta que posiblemente hayas destruido no solo tu relación, que es obvio, sino la de dos hermanas?
-Su hermana me sedujo.
-Deja de excusarte. O mejor aún, cállate ya. Me he jugado la vida por ti, ¿ y si me llega a caer el portátil o la bolsa en la cabeza?
-Te habrías desmayado y yo te despertaría con un beso apasionado de amor.
Se miran y comienzan a reír mientras ella sigue conduciendo hacia su casa, que será el nuevo hogar de dos buenos amigos que pretenden que su amistad dure para siempre, pero no es seguro que eso vaya a ser posible, aunque ellos no lo saben.

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